LA INTERVENCIÓN PEDAGÓGICA

DAFNE JASIVE MALDONADO MERA 1PV43

La intervención en psicopedagogía

Una concepción terapéutica

III. La educación negativa

  1. La institución como instrumento pedagógico-terapéutico
  1. Crítica de la psicología de los grupos

IV. La pedagogía institucional

La psicopedagogía es el estudio teórico y práctico de los comportamientos sociales implicados en los procesos de enseñanza.

Un rasgo característico de toda intervención consiste en
el hecho de que esta responde generalmente a una demanda

La demanda documental tiene por finalidad colmar una laguna cognitiva del cliente sobre un tema referido a su acción en la organización mediante una información pertinente o ajustada.

La dimensión institucional ya no es solamente una pura exterioridad o un obstáculo para la vida del grupo sino permite distinguir entre organización e institución mejor que la sociología de las organizaciones.

La dimensión de funcionalidad no deja de evidenciar que la funcionalidad estricta de la fábrica pertenece más al dogma o a la representación que a la realidad.

La docimología puede disminuir los riesgos propios de
toda intervención de hacer que intervenga además de una respuesta documental o técnica, el comprensible deseo del analista de difundir su propia verdad.

Los tres niveles de la institución, implícitamente definidos por Robert Pagès nos reconducen a los tres momentos del concepto

Momento de la particularidad

Momento de la singularidad:

Momento de la universalidad

Señala que en el grupo de base o seminario de formación no se realiza conocimiento alguno, y que la toma de conciencia del grupo corresponde a una “conciencia problemática”; pero la ansiedad producida por esta aproximación al saber puede ser utilizada pedagógicamente para facilitar el conocimiento.

Zulliger afirma que toda la educación tiene como base la capacidad de fijación y de transferencia de los niños.

El ángulo en que suele situarse el psicoanalista-educador no es propiamente psicoanalítico ni propiamente pedagógico siendo una mezcla de ambos.

La mayoría de los docentes que se interesan
por el psicoanálisis no se han analizado.

La demanda social que pesa sobre un lugar o un momento terapéutico es una demanda de ayuda, de protección, de maternazgo de cura.

Las investigaciones de Tosquelles sobre los débiles profundos no pretenden tener ningún valor pedagógico general.

Y las de Fernand Oury y Aída Vásquez se refieren a un contexto educativo del cual parece estar ausente la institución “saber”;

La psicoterapia institucional las ha usado en la primera
etapa del movimiento

El conjunto de las reglas que determina qué se puede y
qué no se puede hacer en determinado lugar y momento, es decir, lo que llamamos las leyes de la clase, son otra institución

La definición de los lugares, momentos y estatutos de cada uno según su nivel de comportamiento, es decir, según sus posibilidades.

Para la tendencia de psicopedagogía institucional representada por Fernand Oury, las instituciones son un conjunto formado por tres elementos:

Técnicas activas transformadas parcialmente en soportes para el análisis.

Reglas de funcionamiento de la clase, creadas o legitimadas por el maestro.

Resultado de la actividad “instituyente” de la clase.

Las cuestiones propias de una psicosociología del grupo-clase pueden plantearse a partir del consejo de cooperativa.

Oury y Vásquez se refiera menos al enfoque de la clase en términos de grupo, que a la ideología grupista, optimista y norteamericana del no-directivismo rogersiano.

La no-directividad temporaria, ocasional, controlada es un instrumento como otro cualquiera.

Este instrumento permite, por un lado, demoler las estructuras de un grupo que pierde flexibilidad ; por otro, atacar los sistemas personales de defensa que bloquean la comunicación entre los miembros de un grupo para provocar una regresión temporaria, si lo consideramos útil.

El pragmatismo del maestro contiene el saber absoluto, que le permite manipular las relaciones entre él y sus alumnos, entre la clase y el mundo exterior, según lo considere útil.

El psicoanálisis ayuda a delimitar el significado de las realidades que el lenguaje revela y encubre.

La cuestión planteada es la del máximo control posible de los agentes de educación por el educador: la naturaleza, la experiencia y la práctica social constituyen esos agentes, por cuya mediación pasa todo proceso de aprendizaje.

Robert Pagès, designa con el nombre de teleología de la educación.

Lapassade para este autor, la utilización del pequeño grupo como técnica de formación es una posibilidad entre otras.

El T-group podría reenseñarnos a formular en la práctica todas estas preguntas

Rousseau dice que toda institución que pone al hombre en contradicción consigo mismo carece de valor.

La esencia directiva de la pedagogía tiene y sigue teniendo vigencia en la instauración de un Tgroup.

Cada uno de nosotros –señalaba Rousseau8– es formado por tres tipos de maestro: la naturaleza, los hombres y las cosas

Michel Lobrot califica con acierto de copernicana entre el sistema de referencia de la pedagogía positiva

El descubrimiento pedagógico en que se origina la dinámica de los grupos se alienó como resultado de una inversión que situó en primer plano al grupo, en detrimento de la formación

Lapassade, el T-group instaura la ruptura con respecto a la educación.

Siempre subyace en el aprendizaje fáustico aun si no opone visiblemente el Saber (el poder) a la Mujer (el amor), sus protagonistas son, de una u otra manera, el deseo de saber y el saber del deseo.

La diferencia fundamental entre la situación de formación
instituida por la Universidad y la situación de intervención propia de la sesión o del seminario práctico, la situación tradicional de formación, la positividad del saber es lo que legitima el sistema de los estatutos y funciones, de los procedimientos, y “resuelve” metafóricamente los problemas surgidos del enfrentamiento entre la práctica técnica y la práctica social de la educación

Tal es la primera etapa de la crítica pedagógica que Lapassade dirige a la psicología de grupo.

El esquema hegeliano de los tres momentos del concepto basta para indicar que el momento de la
particularidad no es más que un momento

Lapassade considera las técnicas de grupo en su contexto original: el contexto de la formación en sentido amplio

Su originalidad consiste precisamente en postular la necesidad de significar con claridad; dicho de otro modo, de analizar lo que Passeron denomina las condiciones institucionales y sociales de la formación, en lugar de naturalizarlas en nombre de un universalismo pragmático.

Empero, no es paradójico pretender que esta diferencia no es esencial, en la medida en que:

a. El T-group del que habla Lapassade es T-group restituido en el marco de la pedagogía oficial

b. Por sobre todo, la formación es buscada cada vez más fuera de los lugares y los momentos del aprendizaje escolar, en los organismos de formación especial paralela o complementaria, en los cursos de actualización, etc.

La institución sartreana no entra sino muy débilmente en una dialéctica de los grupos, ya que es menos instituyente que instituida, funciona casi exclusivamente como pura negatividad de grupo y se asemeja mucho a lo práctico-inerte.

El aspecto misterioso, homosexual, del juramento, proviene de que, según Sartre, no es institucional, aunque “funda la institución”.

La pedagogía institucional es el método que consiste en distribuir, mediante un análisis permanente de las instituciones externas, el margen de libertad en el cual el grupo-clase podrá autoadministrar su funcionamiento y su trabajo, y asegurar su propia regulación mediante la creación de instituciones internas.

Grupo en fusión → Organización →Institución

Lapassade distingue entre instituciones externas e internas

La demanda del grupo-clase no es demanda grupal sino en la imaginación del maestro; no es demanda grupal sino en tanto las voluntades particulares pueden alienarse en un consenso que, en última instancia, es demanda del maestro.

Lapassade
distingue tres fases en la evolución del concepto de institución:

Serie →Juramento → Fraternidad-terror → Práctico-inerte

La universalidad del complejo de Edipo significa que la estructura universal de la institución del parentesco está presente en la vivencia individual. Nuestro inconsciente está instituido

Lapassade a subrayar una de las articulaciones del
modelo, a “reinyectar” Rousseau en Hegel: el momento del
juramento se convierte en momento del contrato social, momento de la autogestión.

Se estudian las organizaciones y el problema de la burocracia

La institución puede también asemejarse al grupo: se habla de grupo instituyente, de institución grupo, de grupo institucionalizado.

El psicosociólogo –dice Lapassade– es ante todo la persona que, instituye en la sociedad un determinado campo de la palabra.

El esquema sartreano es “dialéctico” solamente en sus
extremidades, en sus partes más “blandas”; allí donde una sociabilidad moribunda confluye con una sociabilidad en potencia

La teoría de grupo, reinstalada en su contexto histórico, es examinada tanto desde el punto de vista de la intervención como de la formación

En la época de Hegel y Marx, la institución es sinónimo de sistema jurídico.

Actualmente, “con el estructuralismo”, el concepto sufre una profunda 'modificación, “vinculada con las prácticas institucionales que se desarrollan en los dominios de la psiquiatría, la pedagogía y la psicosociología”.

En la época de Durkheim; se convierte en el objeto de la sociología,

Instituciones internas: incluyen, por un lado, las reglas interiores del establecimiento; por otro, “el conjunto de las técnicas institucionales”, tales como el consejo de cooperativa.

Instituciones externas: incluyen las reglas exteriores al establecimiento y a la clase, los programas, instrucciones, circuitos de autoridad, distribución del personal según jerarquía, burocracia pedagógica, etcétera.

El maestro “abarca” estatutariamente los tres momentos del concepto de institución:

Particularidad: como individuo, encarna una o varias instancias parentales (roles).

Singularidad: tiene el poder de organizar el trabajo de los demás.

Universalidad: posee la autoridad conferida por un saber (status).

La acción del maestro no se apoya en la universalidad de su saber, ni en la particularidad de su función en la estructura libidinal, ni en la singularidad (abstracta) de su poder de decisión. Se apoya en la puesta en acción de este triple descubrimiento:

La transversalidad reside en la conciencia confusa de pertenecer a un todo que nos vuelve semejantes a ices demás y, por lo tanto, susceptibles de estar siempre presentes en nuevos repartos del botín entre “semejantes”.

En el nivel de la organización los “dos tipos de vínculo” social con que Freud compone la estructura libidinal, deben ser considerados en igual medida que la infraestructura material de la clase o la habilidad organizativa del maestro.

la autogestión se sitúa en el momento de la organización, entendiéndose con ello el control del proceso de simbolización en el que entra la base material de la institución-clase o escuela: recursos tecnológicos, vínculos con la economía, etc.

La autogestión de la tarea, y el análisis permanente de esa autogestión en el sistema de referencia de la institución: propone a fin de tener en cuenta los tres descubrimientos que acabamos de resumir.

Su función en la estructura libidinal del grupo es equívoca, porque el sistema de parentesco simbólico, que la intrusión del maestro desordena y ordena a la vez, no lo autoriza, salvo imaginariamente, a asumir tal función y no otra: padre autoritario, madre protectora, amigo o hermano “semejante”. De allí la autogestión.

Su estatuto en el sistema institucional es ambiguo: servidor de lo instituido y encargado de una función instituyente a la vez. Su relación con las demás instituciones es una de las menos inmediatamente observables. Su destino es el desconocimiento, la ingenuidad política. De allí el análisis institucional.

Su saber es problemático, es un no saber, porque el maestro sabe que lo sitúa en una relación negativa con los demás saberes. De allí la no-directividad.