Rusia. A partir de M. Glinka surgen dos corrientes nacionalistas: el nacionalismo puro, que intenta utilizar temas populares y la lengua rusa en las óperas, en el que destacan Mussorgski y Rimsky-Korsakov; y el nacionalismo cosmopolita, con influencia europea, en el que destacan Rubinstein, Tchaikovski, Rachmaninoff y Scriabin.