Se encuentran en alimentos como el azúcar de mesa, la miel, las frutas, los cereales y tubérculos (como la papa o patata), y también en las leguminosas o legumbres. Además de que están presentes en las bebidas azucaradas, en las golosinas y pastelitos, y hoy, en nuestros días, en muchos shakes o batidos y cafés azucarados, que pensamos que por llevar café o fruta, no están ricos en carbohidratos o azúcares, ni en energía y ni en muchas calorías. Ojo, el problema es el exceso, y no está mal darse un gusto de vez en cuando.