Durante los noventa, los países latinoamericanos, en promedio, destinaron un mayor número de recursos hacia el gasto social. Costa Rica, Argentina, Colombia y Chile registraron el gasto social más elevado en 1996, con tasas de 20.80, 18.30, 15.30 y 14.20 del PIB, respectivamente. Otros países, como es el caso de Brasil, se ubicaron en una posición intermedia con un 11.70% del PIB y, entre aquellos que destinaron menos porcentaje del PIB destacan México y Perú,con 8.40 y 6%, respectivamente