La distopía, como tal, es la anti utopía o la cara opuesta, negativa, de la utopía. Si bien la utopía idealiza y proyecta sistemas y doctrinas de sociedades perfectas, funcionales e idóneas, la distopía lleva las consecuencias de los planteamientos utópicos disciplinantes, como el de Tomás Moro, a extremos indeseables. la distopía explora la realidad para anticipar cómo ciertos métodos de conducción de la sociedad podrían derivar en sistemas totalitarios, injustos y terribles. Un libro distópico por excelencia es la novela de George Orwell titulada 1984.