Si tenemos que bajar la activación una vez hemos acabado de competir, hecho más probable, ya que lo habitual es acabar una prueba con un alto nivel de activación, tanto fisiológico como mental, usaremos técnicas de relajación y de respiración para la primera de ellas y para la segunda, parada de pensamiento y auto-instrucciones sobre los pensamientos a los que no paramos de dar vueltas, sobre lo que ya hemos hecho, bien o mal, dándonos cuenta que ya no podemos cambiar lo realizado y mejor aprender de ello en el futuro.