Los límites geográficos de la Unión Soviética variaron con el tiempo, pero tras sus últimas anexiones territoriales principales y la ocupación de los países Bálticos (Lituania, Letonia, y Estonia), del este de Polonia, Besarabia, y algunos otros territorios durante la Segunda Guerra Mundial, desde 1945 hasta la disolución, los límites correspondieron aproximadamente a aquellos de la extinta Rusia imperial, con las exclusiones notables de Polonia, la mayor parte de Finlandia, y Alaska.
La URSS firmó un acuerdo de desarme con Estados Unidos y aplicó medidas de apertura y transparencia para democratizar el país; incluso se celebraron elecciones, aunque solo para elegir a dirigentes del partido comunista.
El 8 de diciembre de 1991, Gorbachov anunció la disolución de la Unión Soviética.