Para el desarrollo de la autoconfianza se debe trabajar con la subjetividad del deportista, por un lado, que evalúe objetivamente sus resultados y que perciba de manera subjetiva su autoeficacia; por otro, crear unas condiciones y una forma de funcionar que le ayuden a ser cada vez más objetivo en sus planteamientos, apreciaciones, análisis y valoraciones, de manera que sus percepciones subjetivas se ajusten en la mayor medida posible a la realidad objetiva que tiene a su alrededor.