Tras las atrocidades cometidas por el régimen nazi, en donde 18 millones de personas sufrieron los campos de concentración, 11 millones murieron, de los cuales 6 millones eran judíos. El régimen de nazi implicó la ruptura del paradigma iusnaturalista (Piovesan, 2002) y mostró la cara más violenta y atroz del hombre, en donde no sólo no se reconocieron la pluralidad, el respeto hacia otras culturas y razas sino que también mostraron la cara del exterminio a favor de la construcción de una sola visión del mundo, una concepción totalizadora de la raza, del dominio y del poder concentrado.