Un estudio reciente de la Universidad Nacional afirma que el uso de polímeros de síntesis química tiene una estructura molecular difícil de degradar, que de ser mal manejados podría afectar ríos, mares y rellenos sanitarios. En cambio, los de origen natural cuidarían la naturaleza.
Estos últimos, llamados biopolímeros, son de mayor valor para la tecnología y la ciencia, pues son sustancias naturales que se puede adoptar a los avances de la medicina, al igual que en aplicaciones que contribuyan a la no destrucción del medio ambiente.