La leyenda del donjuán deja plasmada la personalidad de un prototipo de hombre que, con seguridad, reflejaba algunos aspectos reales de la maldad masculina de la época. Con una vida dedicada a enamorar por enamorar, se mostraba con la finura de la nobleza, la generosidad del adinerado, la elegancia y el porte del caballero, la arrogancia del poderoso y la valentía del colonizador.