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Unidad II: Bases bíblicas de la ética cristiana - El Gobierno de Dios y…
Unidad II: Bases bíblicas de la ética cristiana - El Gobierno de Dios y las bases morales - Pasos en la toma de decisiones
La ética bíblica asume como presuposición una cierta concepción de Dios, de la realidad del mundo y del ser humano.
La presuposición primaria es la que tiene que ver con la realidad divina.
La concepción de Dios y la ética: Desde el punto de vista bíblico, Dios es un ser personal, temporal y que se relaciona con sus criaturas en tiempo y espacio.
- Ejerce un gobierno moral sobre el universo (Job 1-2; Sal 89:14).
- Dios no determina la realidad como un todo como ocurre en la teología clásica.
Concepción clásica de Dios: Dios se encuentra en un ámbito atemporal; sin embargo, Él determina la realidad de lo que pasa en el mundo, y este no influye en Él.
Según esta postura, Dios es responsable de todo lo que acontece, incluyendo los pecados de seres creados. Por lo que se considera una visión monergista.
Concepción del mundo: El mundo fue creado perfecto (Gn.1) por lo que no hay razón que justifique una ética basada en el desprecio a la materia y al cuerpo y enfocada en el “alma”. No hay dualidad materia/espíritu
Al no haber una dualidad materia/espíritu, involucra que todas las leyes (naturales o morales) hacen parte de las leyes divinas (fundamento del gobierno divino) las cuales requieren de nuestra obediencia.
En la naturaleza todo opera en armonía con la “ley de la acción obediente” o “ley de servicio”. 1MCP, 118; Ed., 103.
“Cada objeto de la naturaleza, al mismo tiempo que contribuye a la vida del mundo, asegura la suya”. Ed., 103.
Concepción bíblica de Dios: Existe una interacción entre la voluntad de Dios y la del hombre, es decir, Dios no fuerza la voluntad humana. A diferencia de la concepción clásica, Dios permite que sus criaturas influyan en Él; además, Dios influye sobre el mundo y este puede generar cambios en Él. Su relación con el mundo es sinergista. (Gn 18:16-33; Éx 32:9-12)
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La concepción del ser humano: El ser humano creado a imagen de Dios se caracteriza por tener libre albedrío (Gn 2:17), pues de no haberlo no hay posibilidad real de una ética.
Bíblicamente, las prescripciones morales (mandamientos, leyes, etc.) no tendría ningún sentido si el ser humano está predestinado, ya sea para salvación o perdición sin tener la posibilidad real de escoger entre obedecer y desobedecer.
El problema del pecado ha debilitado severamente el libre albedrío humano. Esto crea un problema moral.
“No podéis cambiar vuestro corazón, ni dar por vosotros mismos sus afectos a Dios; pero podéis escoger servirle Podéis darle vuestra voluntad, para que El obre en vosotros tanto el querer como el hacer, según su voluntad”. CC, 47-48.
Las leyes naturales tienen una dimensión moral para el ser humano, lo que conllevaría a que cada acto resulte en una carga moral.
“Cada acto de la vida es una revelación del carácter”. Ed., 61.
El concepto del pacto: Bíblicamente, la relación del ser humano con las criaturas inteligentes siempre están reguladas por pactos. Algunos ejemplos son:
- Adán y Eva luego de la caída: pacto adánico (Gn 3).
- Pacto con Noé (Gn 6, 9)
- Pacto con Abraham (Gn 12, 15, 17).
Los pactos bíblicos involucran demandas pactuales/morales (10 mandamientos), aquellos que pueden "ampliarse" incluyendo temas como mayordomía cristiana, adoración, reforma prosalud, etc. Una de las mayores ampliaciones fue dada por el Señor Jesucristo en el Sermón del Monte.
Las demandas pactuales permiten identificar nuestra condición pecaminosa (Ro 7:7), orientándonos a lo que Dios espera de nosotros, obediencia, la cual solo puede lograrse con su ayuda.
Por esta norma serremos juzgados (Ecl 12:13-14; Ro 2:13; Stg
2:10-13) y ninguno que incumpliere estas demandas tendrá parte en el Reino de lo cielos (Mt 5:20).
La ética y el santuario: el cumplimiento del pacto es una condición para que Dios habite (establezca su tabernáculo) con sus criaturas. Por ejemplo: En el Edén: Gn 2:17. En el desierto: Israel tuvo que establecer sus un pacto con Dios antes de la construcción definitiva del tabernáculo (Éx 19-24; 32-34; 35-40)
Sin pacto no hay santuario. No obstante es Dios quien toma la iniciativa de habitar con el ser humano (Éx 33:7; Jn 1:14)
- La fidelidad al pacto es central al conflicto cósmico.
- La iglesia es la comunidad pactual constituida por los habitantes del santuario (1 Co 3:16; Ap 12:17; 14:12)
- Sus miembros pertenecen a una comunidad sacerdotal - misionera (2 P 2:8-10)
- Es una vida de obediencia y servicio en armonía con los requerimientos del pacto que nos prepara para el cielo (Ap 21:27).
El creyente es ciudadano de la nueva Jerusalén por la fe (Gá 4:26; Ef 2:18-19) donde Cristo lo representa y es su precursor (Heb 6:20).
El bautismo es una señal de aceptación de los términos del pacto (Col 2:11-12). Y el sábado es la señal de permanencia y continuidad en, y de fidelidad a, los términos pactuales (Éx 31:17; Ap 14:6-7).
La ética y el gran conflicto: La ética cristiana se desarrolla en el contexto del gran conflicto, el cual se basa en torno al gobierno moral de Dios
Dios necesita permitir la demostración del carácter del mal a fin de que cada criatura inteligente vea por sí misma sus terribles consecuencias y acepte voluntariamente el gobierno moral de Dios en el universo.
En este conflicto existen reglas de participación, las cuales son pactuales; es decir los participantes concuerdan en seguirlas. Por ej:
- Job 1-2: El carácter de Dios es cuestionado en el contexto del concilio divino. Dios permite a Satanás que pruebe a Job pero le pone límites (1:12; 2:6).
- Cristo fue “levado por el Espíritu al desierto por cuarenta días y era tentado” (Lc 4:1-2) y el diablo lo dejó cuando “hubo acabo toda tentación” (v. 13).
Dios y el mundo: Dios es quien se encarga de gobernar el mundo conforme a sus propósitos y conservarlo.
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Teología del gobierno moral: rama arminiana: dentro de esta se destacaron:
- Jacobo Arminio (1560-1609)
- Hugo Grocio (1583-1645)
- John Wesley (1703-1791)
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El gobierno moral y la IASD: Los movimientos que precedieron a la IASD tenían un énfasis en el gobierno moral de Dios y la libertad humana. Ej.
- Metodismo
- Conexión Cristiana
- Puritanismo
Bates y la Ley moral: Al introducir el sábado, Bates enfatizó el carácter inmutable de la ley y el sábado.
El gobierno moral en las publicaciones adventistas: A partir de 1850 el tema del gobierno moral fue constantemente mencionado en la Review and Herald en relación con el carácter incambiable de la ley moral.
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El Gobierno de Dios es moral: “Dios podría haber destruído a Satanás y a los que simpatizaban con él tan fácilmente como nosotros podemos arrojar una piedrecita al suelo; pero no lo hizo. La rebelión no se había de vencer por la fuerza. Sólo el gobierno satánico recurre al poder compulsorio... El gobierno de Dios es moral, y la verdad y el amor han de ser la fuerza que lo haga prevalecer” (DTG, 706-707).
Verdadera obediencia es el resultado de conocer su carácter: “Dios no fuerza la voluntad ni el juicio de nadie. No se complace en la obediencia servil. Quiere que las criaturas salidas de sus manos le amen porque es digno de amor. Quiere que le obedezcan porque aprecian debidamente su sabiduría, su justicia y su bondad. Y todos los que tienen justo concepto de estos atributos le amarán porque serán atraídos a él por la admiración de sus atributos” (CS, 530).
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