No utilice una cuenta sin contraseña ni deje la contraseña en blanco, esta es, con mucho, la práctica menos segura. Nunca use la contraseña proporcionada por el sistema por defecto y cámbiela siempre por una nueva. No utilice la contraseña obtenida de sus datos personales, por ejemplo: su nombre, fecha de nacimiento, número de identificación, número de teléfono, dirección, novia, nombre del niño o de la mascota. (Las contraseñas basadas en estos datos son fáciles de adivinar). No elija palabras o frases como contraseñas basadas en palabras que aparecen en un diccionario o en un idioma común. Es fácil adivinar estas contraseñas mediante ataques de fuerza bruta, no basta con reemplazar las letras de las palabras del diccionario con números. No utilice contraseñas con menos de 8 caracteres.