La orientación escolar propicia también la posibilidad de conocer profundamente a todos los alumnos de un centro educativo, considerando que cada uno de ellos es único. Este objetivo otorga la posibilidad, tanto a los orientadores como a los maestros, de crear estrategias que puedan satisfacer las necesidades individuales de cada joven con la idea de lograr una detección de motivaciones, aspiraciones, conocimientos e intereses comunes y convertir los procesos educativos en herramientas integrales, dirigidas a toda la comunidad estudiantil.