Relata la historia de unos prisioneros que
nunca han visto la luz del sol, por estar encadenados de pies y manos en una
gran cueva de espaldas a la única
abertura que da al exterior. Dentro y detrás de ellos, arde una hoguera, que tampoco pueden ver, porque se interpone una valla, a lo largo de la cual
van pasando hombres portadores de
figuras, de cosas y animales. Los
prisioneros solamente pueden contemplarlas sombras que se reflejan sobre el fondo de la cueva y que para ellos es la única
realidad existente. Así, permanecen hasta que alguien los libera y los lleva fuera de la caverna para que puedan ver el exterior y el sol, que hace posible que el exterior se pueda ver.
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