Nadie puede hablar de educación popular si no se fija bien, si no hace el esfuerzo por conocer profundamente la realidad, el país, la historia, la cultura, los problemas, las esperanzas, los anhelos, las luchas, las organizaciones, las trampas, los engaños; en fin, todo lo que compone la realidad social, colectiva y personal en la que se va a hacer esa educación.