Las personas tenemos que afrontar, a lo largo de nuestra vida, eventos y circunstancias difíciles. Y a pesar de todas las previsiones que se tomen, algunas situaciones adversas pueden afectar severamente la salud física, mental o emocional. En ocasiones, son consecuencia de decisiones irresponsables asumidas por la propia persona (una adición, un embarazo no deseado…). En otras, son situaciones que escapan de su control, pero que la afectan directamente (un desastre natural o un accidente).
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