Podemos utilizar el ROI para calcular la rentabilidad que ha tenido una inversión; por ejemplo, la rentabilidad que ha tenido una empresa en el periodo, que ha generado un producto, o que nos ha permitido ganar un activo financiero.
Pero generalmente se utiliza el ROI para calcular la rentabilidad que se puede ganar con una inversión; por ejemplo, la rentabilidad que se puede ganar con un proyecto de inversión tal como la creación de una nueva empresa o el lanzamiento de un nuevo producto, ya que al permitirnos saber si una inversión es rentable y cuánto nos ofrece por nuestro dinero, lo que el ROI en última instancia nos permite es saber si debemos invertir o no en esta.