El 1 de octubre de 1975 fueron asesinados en Madrid cuatro policías nacionales, en tres atentados distintos en dos bancos y una caja de ahorros, en lo que fueron las primeras acciones asumidas por los GRAPO, que las justificaron como respuesta al fusilamiento por el régimen de Franco de dos miembros de ETA y tres del FRAP el 27 de septiembre. En realidad, la primera acción de esta banda, aunque aún no se llamaba GRAPO, se había producido el 2 de agosto de 1975, cuando los terroristas mataron a tiros en el canódromo de Madrid al agente de la Guardia Civil Casimiro Sánchez García, en un atentado en el que resultó herido un compañero suyo.