Ej: si en un restaurante el agua envasada aumenta de $100 a $150 (50 %), los clientes van a seguir consumiéndola, por lo tanto, su demanda se vuelve inelástica. Mientras que, si el precio de un plato gourmet pasa de $250 a $300 (20 %), es probable que los consumidores opten por otro plato, por lo que se considera que la demanda es elástica.