Estresores precipitantes, estado de ánimo deprimido, intentos de suicidio, historia previa de trauma craneal, historia previa de abuso de alcohol, epilepsia, otras neurosis, y tendencia a mentir.
El suicidio nunca ocurre durante la fuga, pero puede darse una vez que el sujeto ha "vuelto en sí", lo cual lleva a sugerir que la fuga puede ser un sustituto del suicidio en los cuadros depresivos.