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IDENTIDADES JUVENILES Y SOCIEDAD ADULTROCÉNTRICA - Coggle Diagram
IDENTIDADES JUVENILES Y SOCIEDAD ADULTROCÉNTRICA
B. LA IDENTIDAD COMO INTEGRACION AL MERCADO:
“Ser joven es ser emprendedor”
“Ser joven es estar modernizado tecnológicamente”
Si quieres sentirte integrado a las supuestas bondades que la tecnología de punta va imponiendo en nuestras sociedades, debes saber usar computadora con las últimas versiones de los programas, tener automóvil último modelo, última generación de teléfono celular, etc.
“Ser joven es estar a la moda”
La moda es la principal vía que se utiliza para estimular el consumo y por ello se puede afirmar que para ser joven debes estar a la moda
C. LA IDENTIDAD COMO PELIGRO SOCIAL, LA VISION NORMATIVA:
“Violencia en manifestación estudiantil”
Se transmite así la idea de que las agrupaciones juveniles de este tipo son expresiones de una forma de caos y desorden social.
“Jóvenes no participan de procesos electorales”
. Es importante considerar que más que apatía juvenil, lo que existe es antipatía hacia las formas tradicionales de hacer política y por ello se da esta forma de no participación.
. La identidad que se quiere promover con el discurso antes citado, es la de la apatía-inconsciencia juvenil.
“Jóvenes hip-hoperos asesinaron"
. De esta manera se construye una identidad que se basa en la criminalización de lo juvenil.
“Los jóvenes están llenos de ideales”
La preocupación para el mundo adulto es que las y los jóvenes tienden a no cumplir dichas normas y expectativas y muchas veces más bien las cuestionan.
De esta manera, la identidad que se promueve está referida al peligro social que serían las y los jóvenes, tanto en sus formas políticas de actuar como en sus expresiones culturales.
En nuestros países se habla permanentemente de las y los jóvenes. Los medios de comunicación, las y los adultos, entre otros.
. De esta manera, se van construyendo discursos sociales, imágenes y estereotipos que muchas veces no dan cuenta cercana de lo que les pasa, hacen, sienten o sueñan como jóvenes.
. Así, toda la intensidad y la calidad que las y los jóvenes logran en sus acciones:
Son raramente tomadas en cuenta por el mundo adulto.
A. LA IDENTIDAD COMO META Y AUSENCIA, VISION ESTATICA E INVISIBILIZADORA:
“Los jóvenes están en una etapa entre ser niño y ser adulto”
Esta noción enfatiza el carácter de proceso lineal que tendría el crecimiento humano en su ciclo vital.
. Es decir, no es necesario dejar de ser niño-niña para ser joven, ni dejar de ser joven para ser adulto-adulta.
“Ser joven es algo natural que a todos nos pasa”
Esta perspectiva ve la vida sólo con criterios biológicos y confunde ámbitos del crecimiento humano con expresiones culturales del ser social.
Nos parece más bien que nadie es joven porque sí, ser joven es una construcción social e histórica y que constituye una relación de las y los jóvenes con otros sectores sociales (niñas, niños, adultos, adultos mayores).
“Los jóvenes son el futuro del país”
“La juventud está viviendo una crisis de identidad”
El caos, como expresión de desorden social es el principal sinónimo atribuido desde este discurso a las y los jóvenes.
. Una de las mayores preocupaciones se da cuando comienzan a aparecer ciertos cambios que marcan el inicio biológico de la juventud.
“Los jóvenes son todos irresponsables”
Se tiende a generar en las y los jóvenes una suerte de indefensión aprehendida, que les entrega un aprendizaje en el que “los otros” son los encargados de tomar decisiones por ellos y ellas.
“Ser joven es ser bello”
Estos discursos corresponden a una primera noción de la identidad como una meta, como un logro que se encuentra al final de un camino.
¿Cómo llamar a una sociedad que (mal) trata de esta manera a sus jóvenes?
Con esto, nos referimos a que se pone en condición de superioridad a algunas personas por sobre otras por el sólo hecho de tener cierta edad –ser mayores- o cumplir ciertos roles sociales (trabajar, estar casado, participar en las elecciones, etc.).
Los mundos adultos aparecen como dominantes y protectores de la formación-preparación de niños y niñas para su vida futura, los mundos juveniles como obedientes y dejándose formar, aunque a ratos también rechazando estas posiciones de sometimiento en que se encuentran.
Luchar contra el adultocentrismo no es luchar contra los adultos, sino contra las expresiones de esa cultura dominante y, al mismo tiempo, construir identidades juveniles basadas en los aportes que las y los jóvenes pueden hacer a nuestro mundo desde las potencialidades que poseen.