A veces no nos damos cuenta, otras veces lo hacemos de manera intencional, pero al momento de realizar decisiones, o al encontrarnos en momentos muy fuertes de nuestra vida, ya sea por el estrés, odio, tristeza, etc. hacemos uso de las competencias emocionales, puesto a que nos permiten afrontar retos, superar situaciones negativas y aprender de ellas, fortalecer las relaciones con las demás personas o a controlar el estrés para no reaccionar de manera incorrecta afectándonos a nosotros y a los demás en nuestra vida cotidiana. Aprender a tener un autocontrol referido a las emociones y sentimientos negativos además de ver como afectan a los demás (autocontrol), identificar que emoción se está sintiendo al igual que su contexto, tanto en uno mismo cómo en los demás (conciencia emocional), aprender a tener autoestima, responsabilidad por las decisiones tomadas, una actitud positiva junto con automotivación y análisis crítico de normas (autogestión), tener respeto, aprender a expresarse, a escuchar, cooperar, mantener equilibrio entre ira y pasividad, socializar ( competencia social), y por ultimo aprender a establecer objetivos, un bienestar subjetivo y a la vez de saber buscar ayuda (competencia para la vida y el bienestar), es necesario para resolver cualquier problema emocional que se nos ponga en frente, para dominar los sentimientos y que estos no te dominen a ti.