Sentirse muy optimista, eufórico o animado, sentirse nervioso o acelerado, más activo de lo habitual, tener muy mal genio o parecer extremadamente irritable, sentir que los pensamientos van muy rápido, lo mismo al hablar, dormir menos, sentirse inusualmente importante, talentoso o poderoso, hacer cosas arriesgadas que muestren falta de juicio, como comer y beber demasiado, gastar o regalar mucho dinero o tener relaciones sexuales poco seguras