Instrumentos musicales: se conocen algunos efectos nocivos orofaciales, como traumatismos de tejidos blandos (irritación, úlceras, fatiga muscular, mucosa labial cicatrizada o hiperqueratosis; herpes labial, boca seca), trastornos temporomandibulares y discrepancias esqueléticas en pacientes que tocan instrumentos de viento y cuerda. A nivel dental, en ocasiones, los incisivos —especialmente los laterales superiores— sufren cambios pulpares (necrosis) por la excesiva presión apical, y también puede existir una alteración del equilibrio entre las estructuras dentales y óseas que pueden producir una maloclusión, apiñamiento, protrusión severa en dientes anteriores, mordida cruzada posterior, mordida profunda, mordida abierta y diastemas.