Así pues, hacía falta, por una parte, una concepción menos limitada, menos estática de la personalidad del trabajador, y por otra un enfoque no solamente individual sino también social del hombre como ser humano y como integrante de una comunidad humana frente a la industria, para apreciar hasta qué punto puede ajustarse a las características de ésta y viceversa
Freud, con una formación y una orientación biológicas, trataba de encontrar una explicación satisfactoria de los hechos de la conducta humana con la finalidad de aplicar el psicoanálisis como terapia
Dentro de su misma orientación biológica y alejada de las luces de la influencia cultural sobre la conducta del hombre, Freud dio a conocer después de 1920 sus teorías de la compulsión a la repetición y su nueva concepción de la personalidad: “el ego”, el “superego” y el “id”, así como su nueva teoría de la angustia
En los últimos años el psicoanálisis se ha desarrollado en muy diferentes direcciones y la aplicación de los descubrimientos de la antropología y de la sociología aplicada a la investigación de los problemas de la conducta humana ha superado definitivamente la importancia que se concedía a los instintos y a la constitución orgánica, otorgando atención preferente a la observación de los efectos que producen las diversas culturas sobre los individuos, lo que Freud no pudo hacer en su tiempo