La Policía Nacional, en relación con los derechos humanos, tiene una doble responsabilidad: en primer lugar, protegerlos de la vulneración sin causa justificada y, en segundo lugar, cumplir con las facultades jurídicas otorgadas por normas internacionales, constitucionales, legales y reglamentarias, para que en procura de garantizar la convivencia, se contraríe a la persona que ha abusado de sus derechos causando detrimento a los derechos de los demás.