Un día podría ser una moneda global para todo el mundo (euro). En otras palabras, el euro es una moneda que no sólo será la de la Eurozona (y con diecisiete socios en 2012, más cuatro pequeños países adheridos: Andorra, Mónaco, Vaticano y San Marino), sino que sobrepasará ampliamente ese ámbito. Lo cual apoya todavía más la idea de que el proceso de convergencia del dólar y el euro, junto con otras monedas, en la senda a una moneda universal, con toda verosimilitud.