Lo mismo ocurre con las empresas; éstas, para lograr sus objetivos, tienen que llevar a cabo funciones de mercadotecnia, de operaciones, de finanzas y de recursos humanos. Para realizar estas funciones es necesario que cuente con una estructura de roles, donde cada empleado esté asignado a un área y realice funciones específicas; para tal motivo, las empresas han agrupado en áreas las funciones de una misma naturaleza, y a esta forma básica de estructura se le ha denominado departamentalización: a cada una de estas áreas se le llama departamento, definiendo sus procesos de una manera racional.