Eran politeístas, es decir, creían en la existencia de varios dioses: Anu (dios del cielo), Ishtar (diosa de la guerra, amor y fecundidad), Enlil (dios de los vientos).
Se manifestaban a través de los fenómenos de la naturaleza, de los sueños o de la adivinación.
No creían en una vida después de la muerte.