El primer cambio más evidente es la velocidad en las transmisiones que podrán acercarse a los 15 o 20 Gbs por segundo. La aceleración permitirá el acceso en tiempo real a la nube y, por ende, disfrutar de programas, inteligencia artificial y recursos en remoto sin esperas. La toma de decisiones, el acceso a datos, vídeos, gráficas e instrucciones será instantáneo. El gran beneficiado será lógicamente el cloud.3)