Cada vez se reconoce más que la microbiota intestinal del humano puede tener una influencia significativa en respuesta a los fármacos. Esto sirve como otra fuente relevante de fallas terapéuticas e interac- ciones medicamentosas adversas. Se han identificado más de 1 000 especies de microorganismos intestinales, lo que incluye bacterias anaerobias obligadas y varias levaduras que coexisten en un equilibrio ecológico dinámico, a menudo simbiótico. Su repertorio de biotrans- formación no es oxidativo, aunque es bastante versátil, extendiéndo- se de reacciones predominantemente reductoras e hidrolítica; hasta descarboxilación, deshidroxilación, desalquilación, deshalogenación y desaminación. Notablemente, tal reducción mediada por bacterias para la digoxina, un glucósido cardiaco, contribuye de manera signi- ficativa a su metabolismo y eliminación. El tratamiento simultáneo con antibióticos, como eritromicina o tetraciclina, incrementa las con- centraciones séricas de digoxina al doble, lo que incrementa el riesgo