Temperatura es la medida del calor o del frío relativo de un cuerpo (y no la cantidad de calor que este contiene o puede rendir).
Por lo tanto, si nuestro perro presenta una temperatura superior a la indicada tendrá fiebre, generalmente acompañada de otros síntomas, que son los que van a ayudar al veterinario a establecer un diagnóstico.
Pero, aunque una temperatura elevada o hipertermia siempre es motivo de alarma, no podemos pasar por alto que una excesivamente baja también es causa de preocupación. Si la hipotermia no se recupera, el perro fallecerá.