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Funcionarios de la antigüedad - Coggle Diagram
Funcionarios de la antigüedad
Herrero
A la boca de su horno. Sus dedos son como garras de cocodrilo, y apesta más que las huevas de pescado
El barbero
El barbero está afeitando hasta el final de la tarde... Tiene que ir de calle en calle buscando alguien a quien afeitar.
El alfarero
El alfarero ya está bajo tierra aunque aún esté entre los vivos. Escarba en el lodo más que los cerdos para cocer sus cacharros... Sus vestidos están tiesos de barro, si cinturón está hecho jirones. El aire que entra en su nariz sale derecho del horno.
Fagoneros
Los dedos del fogonero están sucios. Su olor es el de los cadáveres. Sus ojos están inflamados por la intensidad del humo.
El lavandero
El lavandero lava en la orilla, con el cocodrilo como vecino.
El cazador
El cazador de aves sufre mientras busca pájaros. Cuando pasan las bandadas sobre él se pone a decir: 'Si tuviera una red'. Pero el dios no permite que esto le suceda, por lo que está disgustado con su situación.
El pescador
Es más miserable que ninguna otra profesión. Trabaja en el río mezclado con los cocodrilos. Cuando llega el momento del recuento de capturas, entonces se pone a quejarse.
Jardinero
El jardinero soporta un yugo; sus hombros están combados como por la vejez... Por la mañana riega las plantas; pasa la tarde atendiendo a los vegetales, mientras que al mediodía se afana en el huerto. Él mismo trabaja hasta que muere, más que en cualquier otra profesión”.
El albañir
Te hablaré también del albañil. Sus lomos son un castigo... Su taparrabos es una cuerda entrelazada y un cordel en su trasero... Sus brazos están agotados por el esfuerzo, habiendo mezclado todo tipo de suciedad”.
Escriba
Si conoces la escritura, te irá mejor que en las profesiones que te he presentado. Mira, no hay escriba que carezca de comida y de bienes de palacio.
Magistrados
Si marchas tras los magistrados, ve a la distancia correcta; Si entras y el señor de la casa está ocupado... siéntate con tu mano en tu boca... Guárdate de apresurate a la mesa. Sé serio y ten dignidad. No hables de cosas secretas... Mira, es bueno que seas enviado a escuchar frecuentemente las palabras de los magistrados. Conseguirás los modales de los bien nacidos si vas tras sus pasos.