En ocasiones, colectivos que tienen una identidad cultural muy marcada pueden ser marginados por la mayoría dominante, como ocurre con algunos pueblos indígenas en América Latina o con los gitanos en algunas regiones de Europa.El aumento de los flujos migratorios en las últimas décadas ha facilitado el contacto entre culturas, pero también ha puesto de relieve el choque entre diferentes costumbres y modos de vida. Estos conflictos se manifiestan en forma de xenofobia, racismo, creación de guetos, marginación, pobreza, radicalismo o fundamentalismo religioso.La integración de los colectivos con diferentes culturas es un objetivo por el que deben velar los Estados y los ciudadanos, ateniéndose siempre por parte de todos al respeto a los derechos de todas las personas.