A veces los signos y síntomas son más graves, y pueden incluir lo siguiente: Confusión, agitación o alucinaciones, Convulsiones, Pérdida de sensibilidad o parálisis en ciertas zonas del rostro o cuerpo, Debilidad muscular, Problemas con el habla o la audición, Pérdida de conciencia (que incluye el coma)