En las representaciones se puede observar que los puntos cardinales se señalan con diferentes colores: el Este, identificado por el rojo, representaba el nascieminto del sol; el Oeste, de color negro, significaba la muerte del sol; el Sur, de color amarillo, indicaba el nasciemiento del ser humano: y el Norte, de color blanco, simbolizaba su muerte. En el centro se señalaban un Dios tutelar y un árbol.