Please enable JavaScript.
Coggle requires JavaScript to display documents.
Leishmania mexicana. L. donovani - Coggle Diagram
Leishmania mexicana. L. donovani
Epidemiología
En México es endémica
Visceral en Guerrero y Morelos
Destructiva mucocutánea en
Tabasco y Chiapas
Cutánea en Campeche, Chiapas, Coahuila, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Tamaulipas, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Sinaloa
L. mexicana se considera el agente causal de L. cutánea en México
L. Donovani o L. infantum
Se detecta en India, África (en particular, Sudán), las regiones centrales de Asia, la cuenca del Mediterráneo, América del Sur y Central y, con escasa frecuencia, en China.
La mayoría de los casos se encuentran en el nordeste de India.
Los humanos son reservorios de L. Donovani
En el litoral mediterráneo y en la zona media de Asia y en Sudamérica, los cánidos domésticos y salvajes son los reservorios
Aproximadamente 1.3 millones de casos nuevos de leishmaniosis aparecen cada año con 20 000 a 30 000 muertes.
Características
La leishmaniasis, enfermedad parasitaria causada por protozoarios intracelulares del género Leishmania, es transmitida al humano mediante la picadura de jejenes (Phlebotomus y de Lutzomyia) (Moscas de arena)
Después de la inoculación por el tábano, los promastigotes son fagocitados por macrófagos del huésped y, dentro de ellos, se transforman en amastigotes.
Leishmaniasis puede clasificarse en tres formas clínicas principales:
Destructiva
mucocutánea
(epundia)
Sobre todo por por L. braziliensis, pero en ocasiones por otras especies de Leishmania.
Los parásitos se diseminan desde la lesión cutánea inicial a través de los linfáticos y la sangre hacia los tejidos nasofaríngeos.
Sus signos y síntomas generalmente se desarrollan meses o años después de la aparición de la lesión cutánea.
Visceral
(o Kala-Azar - fiebre de Dumdum)
L. donovani o L. infantum (antes conocida como L. chagasi en Latinoamérica)
Los parásitos se diseminan desde el sitio de la picadura hacia los ganglios linfáticos regionales, el bazo, el hígado y la médula ósea y causan síntomas.
Las infecciones subclínicas son inusuales y sólo una proporción minoritaria de los pacientes infectados desarrolla una enfermedad visceral progresiva.
La infección sintomática por L. infantum es más frecuente en niños que en adultos.
La leishmaniasis visceral es una infección oportunista en pacientes con sida y otras inmunodeficiencias.
Cutánea
(que puede ser localizada o difusa)
También se denomina úlcera tropical u oriental, úlcera de Delhi o mal de Aleppo, úlcera de uta o de los chicleros o frambesia o pián de los bosques.
Sus agentes causales son:
L. major y L. tropica en el sur de Europa, Asia y África
L. mexicana y especies relacionadas en México, América Central y del Sur
L. braziliensis y especies relacionadas en América Central y del Sur
Signos y síntomas
Mucosa
Comienza con una úlcera y cicatriza espontáneamente
Las lesiones mucosas progresivas podrían no evidenciarse hasta meses o años después.
Congestión nasal, secreción y dolor.
Con el tiempo, la infección puede progresar, dando como resultado la mutilación de la nariz, el paladar, o la cara.
Visceral
Manifestaciones clínicas en semanas o meses tras la inoculación del parásito, aunque pueden ser agudas.
Fiebre irregular, hepatoesplenomegalia, pancitopenia e hipergammaglobulinemia policlonal con inversión del índice albúmina:globulina.
Algunos presentan picos febriles 2 veces al día.
Las lesiones cutáneas aparecen raramente.
La emaciación y la muerte se producen entre varios meses y varios años después en los pacientes con infecciones progresivas.
Individuos con infecciones asintomáticas que se resuelven de manera espontánea y los supervivientes (sometidos a un tratamiento exitoso) adquieren resistencia a nuevos ataques, salvo en presencia de un compromiso de la inmunidad celular (p. ej., por sida).
Pueden producirse recidivas
Cutánea
Estándar
Después de varias picaduras de vectores infectados o debido a la diseminación metastásica pueden formarse numerosas lesiones.
Lesión cutánea de límites netos en el sitio de la picadura, durante varias semanas o meses.
Aspecto variable:
lesión inicial suele ser una pápula, que aumenta de tamaño lentamente, presenta una úlcera central y adquiere un borde eritematoso sobreelevado donde se concentran los parásitos intracelulares.
Las úlceras generalmente son indoloras y no causan síntomas sistémicos, excepto si se sobreinfectan.
La evolución depende de la especie de Leishmania infecciosa y del estado inmunitario del huésped.
Difusa
Síndrome poco frecuente, produce lesiones cutáneas nodulares generalizadas parecidas a las de la lepra lepromatosa.
Resultado de la anergía de la inmunidad celular contra el microorganismo.
Posterior a kala-azar (PKDL)
Puede desarrollarse después del tratamiento de la leishmaniasis visceral
lesiones cutáneas planas o nodulares que contienen muchos parásitos.
Sus lesiones dérmicas pueden ser un reservorio para la diseminación de la infección en estas áreas.
Prevención y control
El tratamiento de la leishmaniasis en un área geográfica donde los seres humanos son reservorio
La reducción de la población de vectores a través de la aplicación de insecticidas residuales (uno que tenga duración prolongada) en sitios donde sea posible la transmisión doméstica
Medidas personales protectoras que incluyen repelentes de insectos sobre la piel expuesta y prendas protectoras
Control de reservorios no humanos
Repelentes de insectos con DEET (dietiltoluamida) sobre la piel expuesta. Las pantallas para insectos, los mosquiteros para la cama y las prendas de vestir son más eficaces si se tratan con permetrina o piretrina
Tratamiento
Cutánea
Puede ser tópico o sistémico, dependiendo de la lesión y el microorganismo.
Suele cicatrizar y disiparse sola.
Tópica
Terapia de calor, que requiere un sistema especializado para la administración, y la crioterapia; ambas pueden ser dolorosas y son prácticas sólo cuando se usan para el tratamiento de lesiones pequeñas.
Paromicina tópica en forma de ungüento que contiene 15% de paromomicina y 12% de cloruro de metilbencetonio en parafina blanca suave.
Mucosa
Anfotericina B liposomal, miltefosina y desoxicolato de anfotericina B.
El estibogluconato de sodio o el antimoniato de meglumina pueden usarse si la infección se adquirió en áreas donde la resistencia al antimonio no es prevalente.
La anfotericina B liposomal y el desoxicolato de anfotericina B generalmente se administran en los regímenes utilizados para leishmaniasis visceral.
Visceral
La anfotericina B liposómica y la miltefosina están aprobados por la FDA; otros preparados de anfotericina asociada con lípidos podrían ser eficaces pero fueron menos estudiados.
Miltefosina
por vía oral, en dosis según el peso corporal: en pacientes entre 30 y 44 kg, 50 mg 2 veces al día durante 28 días o para pacientes con ≥ 45 kg, 50 mg 3 veces al día durante 28 días para tratar pacientes inmunocompetentes que adquirieron
L. donovani
en la India o áreas adyacentes del sur de Asia, que son > 12 años, pesan > 30 kg, y no están embarazadas o en período de lactancia.
Medidas de sostén (p. ej., nutrición adecuada, transfusiones, antibióticos para las infecciones bacterianas secundarias).
Diagnóstico
Convencionales
Microscopia óptica de las muestras tisulares, citología por impronta o materiales de aspiración; cuando se dispone de ellos, análisis basados en PCR (polymerase chain reaction)
Para la leishmaniasis visceral, títulos de anticuerpos
Para la leishmaniasis cutánea y mucosa, pruebas cutáneas (no disponible en los Estados Unidos)
Cultivo (se requieren medios especiales)
Definitvos
Demostración de microorganismos en frotis teñidos con Giemsa
Aislamiento de Leishmania en cultivo
Ensayos basados en PCR (polymerase chain reaction) de material aspirado de la médula ósea, el bazo o los ganglios linfáticos en pacientes con leishmaniasis visceral, o de biopsia, material aspirado o citología por impronta de una lesión cutánea