Dependen de la localización de las lesiones y se asocian con dificultades para respirar, llagas en la piel que pueden convertirse en úlceras cutáneas que sanan lentamente, congestión nasal, moco y hemorragia de la nariz, dificultad para tragar, así como úlceras y erosiones en boca, lengua, encías, labios, nariz y tabique nasal