Al parecer compuso 90 tragedias de las que se conservan 19. Participó por primera vez en los certámenes teatrales en el 455 a. C. y su primera victoria le llegó catorce años después, lo que puede considerarse una prueba de su enfrentamiento con el público; sin embargo, su labor fue plenamente reconocida posteriormente, como lo demuestra el hecho de que sus tragedias se representaran en distintos lugares de Grecia con frecuencia y que se conserven más que de los otros dos poetas. Las obras conservadas son las siguientes: El Cíclope, Alcestis, Medea, Hipólito, Hécuba, Andrómaca, Los Heraclidas, Las Suplicantes, Heracles, Las Troyanas, Ión, Ifigenia entre los Tauros, Helena, Electra, Orestes, Las Fenicias, Ifigenia en Áulide, Las Bacantes y Reso.