Es fundamental aprender a elegir, prudente y reflexivamente, aquello que favorezca nuestro desarrollo, bienestar y armonía. Escoger con autonomía dará la posibilidad de equivocarse, pero también de acertar, lo que proporciona libertad y al mismo tiempo responsabilidad. Decidir ayuda a comprender que no es posible tenerlo todo, ya que al elegir una opción, también se renuncia a las demás; incluso el hecho de no escoger nada implica un tipo de decisión pasiva, en la que no se interviene directamente, pero sí existe la obligación de asumir consecuencias
-