Así, pueden contar con espacios en óptimas condiciones, con internet de alta velocidad y en ubicaciones estratégicas de la ciudad, sin invertir demasiado dinero cada mes.
Estos lugares, por lo general, son usados por profesionales independientes. Además, también las usan pequeñas empresas para las que no resulta rentable mantener una oficina muy grande, por su reducido número de empleados.