Eje IV:: en este se registran los problemas ambientales y psicosociales que pueden afectar el tratamiento, diagnóstico y el pronóstico de los trastornos mentales. Los problemas ambientales y psicosociales pueden ser sucesos vitales negativos, deficiencias ambientales o dificultades, estrés interpersonal o familiar, insuficiencia en el apoyo social o los recursos personales, o algún otro problema que se relaciona con el contexto en el que se han desarrollado alteraciones experimentadas por un individuo. Los estresantes positivos únicamente se deben hacer constar si constituyen un problema o lo conducen a él. Los problemas psicosociales pueden aparecer como consecuencia de la psicopatología o pueden ser un problema que se debe de tener en cuenta en el planteamiento de la intervención terapéutica general. Cuando hay múltiples problemas psicosociales, el terapeuta tiene que juzgar y tomar nota de todos aquellos que considera relevante, además de solo constar los que han estado presentes durante el año anterior a la evaluación actual, y solo se agregan los anteriores si han contribuido al trastorno mental o se han puesto como objetivo en el proceso terapéutico. Cuando un problema psicosocial o ambiental es el centro de la atención clínica entonces se pone también en el Eje I como "Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica. Los problemas psicosociales se dividen en: problemas relativos al grupo primario de apoyo, problemas relativos al ambiente social, problemas relativos a la enseñanza, problemas laborales, problemas de vivienda, problemas económicos, problemas de acceso a los servicios de asistencia sanitaria, problemas relativos a la interacción con el sistema legal o el crimen y otros problemas psicosociales y ambientales.