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Comunicación no violenta. - Coggle Diagram
Comunicación no violenta.
Evaluación de nosotros mismos.
Usamos la CNV para autoevaluarnos, de manera que promuevan el crecimiento y no el rencor
Si la manera en la que nos autoevaluamos genera vergüenza, permitimos que nuestro crecimiento y aprendizaje esté guiado por el odio.
Tenemos que evitar el "debería" con nosotros mismos.
Juicios sobre uno mismo.
Los juicios a nosotros mismos, o a otras personas no son nada mas que necesidades no satisfechas
Duelo en la CNV
Es el duelo de conectarnos plenamente con nuestras necesidades no satisfechas.
Conexión de las necesidades no satisfechas que ahora lamentamos
El perdon.
La conexión con la necesidad que tratábamos de cubrir cuando hicimos lo que ahora lamentamos.
El perdón se produce cuando establecemos cuna conexión empática.
El proceso de perdón nos libera y nos ayuda a crecer.
La plena ira.
La ira nos proporciona la oportunidad de profundizar en la CNV
Las personas son demasiado superficiales, pegar o matar lo viene siendo.
Este tipo de acciones no son mas que representaciones superficiales de lo que realmente sentimos por dentro, el enojo.
Estimulo y causa.
Nunca nos enojamos por lo que dicen o hacen otras personas.
La causa de la ira radica en lo que pensamos.
La ira surge cuando nos enfadamos y buscamos a algún culpable.
La ira siempre encierra algo que es útil para la vida.
Cuando juzgamos a otros es cuando se genera violencia.
En el núcleo de toda ira existe una necesidad insatisfecha.
Tenemos que emplear la ira como un reloj despertador, esto para que nos indique que tenemos una necesidad insatisfecha.
La violencia surge de la vaga idea de que que los otros nos producen dolor y deben de ser castigados por sus acciones.
¿Cómo expresar la ira?
1.- Respirar profundamente
2.-Identificar los pensamientos que contienen juicio.
3.- Conectarse con la propias necesidades.
4.-Expresar nuestro sentimientos y nuestras necesidades no satisfechas.
Empatía
Cuanto mas escuchemos a los demás, mas nos escucharan a nosotros.
Tenemos que permanecer conscientes de los pensamientos violentos que nos surgen, sin la necesidad de juzgarlos.
Al escuchar los pensamientos y emociones del otro, es como podemos reconocer nuestra humanidad.
Culpar a las demás personas es fácil, y aceptar la culpa también lo es, por eso a veces terminamos odiándonos a nosotros mismos.