Tienen bajos puntos de fusión y de ebullición. Muchas son gases a temperatura ambiente, como las moléculas de hidrógeno (H2), oxígeno (O2), nitrógeno (N2), cloro (Cl2) o dióxido de carbono (CO2); otras son líquidos que se funden con facilidad, como las moléculas de bromo (Br2) o de agua (H2O); y otras son sólidos, como la molécula de yodo (I2).