Desde que un niño asoma a la vida, la familia constituye su espacio educativo por excelencia. Allí adquiere aprendizajes, valores y conductas que sientan los cimientos del desarrollo integral; en ese marco de amor, contención, estímulo, apoyo y acompañamiento irá forjando su personalidad. Para que ese proceso se concrete es indispensable que exista respeto y comprensión: los niños requieren entendimiento, paciencia, reforzamiento y firmeza, en un clima de afecto y motivación positiva
En este sentido, Barrera & Sovalbarro (2017), consideran que la educación inicial, es más que un nivel en el proceso educativo y que exige personal altamente calificado, que brinde un servicio de calidad, ya que en sus manos estará el futuro de los niños y niñas en su plena formación como un ser sujeto de su propio aprendizaje en el cual a través de su inmersión en el mundo educativo y la interacción con el medio forjará su desarrollo personal y social.
El aprestamiento como inicio en los niños de educación inicial es importante para su desarrollo intelectual y socio emocional. El niño aprende mediante el profesor (a) como guía a conocer sus habilidades, destrezas, y cumple un papel importante en su vida cotidiana.
Se ha comprobado que el aprestamiento en la edad adecuada, incide positivamente en el niño y la niña, ya que estos tienen menos dificultades al momento de resolver situaciones, que requieren mayor complejidad en la eta- pa de educación primaria e incluso secundaria.
Se afirma que el aprestamiento en educación inicial son todas aquellas actividades que realiza la docente tales como: actividades sensoriales, lúdicas, juegos de reglas, rondas, competencias, estrategias como rasgados, re- cortes, pintar entre otros.