La forma en que una persona escucha, mira, se mueve y reacciona tiene que ver como lo recibe la otra persona, si está siendo veraz, y lo bien que está escuchando. Cuando estás señales no verbales coinciden con las palabras que se dicen, aumenta la confianza, la claridad y la simpatía. Cuando no lo hacen, generan tensión, desconfianza y confusión.