RECONSTRUIR LAS ESCUELAS COMO LUGARES DE TRABAJO COMPARTIDO: Sin cambios en las estructuras organizativas y, consecuentemente, en la cultura escolar, como prerrequisitos, no cabe configurar los centros escolares como comunidades que aprenden. Hacer de una escuela una comunidad de aprendizaje profesional, no puede conseguir por la acción del director durante un año. Por el contrario, supone un cambio de cultura, lo que requiere un esfuerzo sostenido y continuo, a lo largo del tiempo. Se trata, pues, de cómo partiendo de “aquí” se pueden ir dando pasos seguros para llegar “allí”.