Después de la Primera Guerra Mundial, Europa perdió su dominio en el mundo debido a su propia gran crisis económica, que es una de las razones por las que fue desplazada por varios países. Por un lado, Gran Bretaña y Francia, los dos países victoriosos, siguen estando muy endeudados con Alemania porque Alemania todavía le debe a Estados Unidos, mientras que Alemania ha sufrido una grave crisis económica y no puede pagar las reparaciones de guerra. Ante esto, el ejército francés ocupó la zona del Ruhr en 1923, donde se concentraba la producción alemana de carbón y acero, lo que agravó la crisis del país y provocó hiperinflación.