José de la Cuadra recopiló sus cuentos en las publicaciones Oro de sol, El amor que dormía, Repisas, Horno, en el que incluyó el cuento La Tigra; Guasintón: historia de un lagarto montubio, con relatos y crónicas; Doce siluetas, y El montuvio ecuatoriano, con ensayo; además de las novelas Los Sangurimas (1934), considerada su obra cúspide, y Los monos enloquecidos (1951), obra inconclusa publicada póstumamente.